1–3 de febrero
Desintoxicación y limpieza:
Estos días son ideales para eliminar toxinas del cuerpo. Sigue una dieta ligera, bebe mucha agua y evita hábitos poco saludables. Complementa la desintoxicación con infusiones de hierbas y suplementos naturales.

4–6 de febrero
Deporte y fitness:
Un momento excelente para entrenamientos intensos o para iniciar un nuevo plan de ejercicios. La energía lunar favorece tu resistencia y te ayuda a alcanzar tus objetivos físicos.

7–9 de febrero
Cuidado de la piel y el cabello:
Días ideales para tratamientos cosméticos y cuidado personal. Dedica tiempo a tu piel y cabello, prueba un nuevo estilo. Estas rutinas mejorarán tu bienestar general.

10–12 de febrero
Reducción del estrés y relajación:
La Luna favorece la práctica de yoga, meditación y masajes relajantes. Usa estos días para encontrar la paz interior y fortalecer tu equilibrio mental. Aprende técnicas de relajación para reducir el estrés.

13–15 de febrero
Refuerzo del sistema inmunológico:
Concéntrate en alimentos ricos en vitaminas C, D y zinc para fortalecer tus defensas naturales. Estos días son ideales para cuidar tu sistema inmunológico.

16–18 de febrero
Consultas médicas:
Programa revisiones preventivas y visitas al médico. Es un momento óptimo para evaluar tu estado de salud general y prevenir posibles problemas.

19–21 de febrero
Salud mental y bienestar:
Dedica tiempo a tu salud mental con actividades creativas como lectura o escritura. Estas prácticas ayudarán a reforzar tu equilibrio interior.

22–24 de febrero
Cuidado de articulaciones y músculos:
Realiza ejercicios suaves como estiramientos o natación para mantener tus articulaciones y músculos en buen estado. Estos días son perfectos para mejorar tu flexibilidad y aliviar tensiones.

25–27 de febrero
Ajuste de la alimentación:
Un momento ideal para analizar tus hábitos alimenticios y probar recetas saludables. Una dieta equilibrada rica en vegetales mejorará tu salud y bienestar.

28 de febrero
Equilibrio interior y desarrollo espiritual:
El día perfecto para prácticas espirituales como meditación, yoga o ejercicios de respiración. Estas actividades te ayudarán a mantener la armonía interior y a estimular tu crecimiento espiritual.